sábado, 2 de marzo de 2013

PARA QUE NO TE ENFADES

Purri, es tu piel un libro abierto
donde te leo en mis sueños,
cada rincón de tu cuerpo es mi refugió,
cada arruga es una flor de jazmín
donde yo me duermo en silencio.

El palpitar de tu vientre entre mis manos
y la espereza del vello enredado de olores,
bajo la humedad temblorosa de mis manos
descubriendo tu jardín de flores.

Y ahora te perdono que ya tus carnes
estén tan gastada como las mías,
pero lo que no te perdonaría
es que se las entregara a alguien.

Con palabras rogantes te suplicaba
que me entregara esa piel adorable,
y tu, con palabras huecas me lo negaba
tapándote como siempre el semblante.

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